sábado, 1 de noviembre de 2014

De los conceptos de la compañía y la soledad...

Un viejo sabio decía que si uno va "solo" en el camino podría hacer cosas magníficas y excepcionales... Empero, si uno va acompañado, aquello que se ha logrado "solo" será únicamente una pequeñísima parte de lo que se podría lograr cuando uno va por el camino, acompañado. La verdad (o eso creo yo) es que esta premisa está en lo cierto, y es que el ser humano en sí es social, es decir, es intrínseco en una persona el hecho de que le nazca compartir con otros y busque nuevas experiencias.

Sea como sea siempre se va a necesitar de alguien, incluso de aquellas personas que estamos seguros que son insustanciales en nuestra vida. Con ello no quiero decir que debemos ser seres dependientes, al contrario, cada día se debe aprender a convivir con los demás, con sus defectos y virtudes, con lo que dice y desdice de ellos. Siempre conservando lo que somos, nuestra esencia.
Así, conseguiremos establecer una relación interpersonal sostenible y con aquel rayito de luz que da la esperanza de que un día aquella persona se convertirá en un gran pana. 

Teniendo en cuenta este concepto, se podrá enfrentar los diversos casos con los que nos encontramos en la realidad... Incluso habrá aquellos en los que lo que digo no se aplica y por lo tanto habrá que crear nuevos conceptos y "armas" para lidiar con la situación.

Eso de andar por el camino acompañado se aplica a la mayoría (o todos) los campos de nuestra vida: El trabajo, estudio, el salir de  viaje, el caminar... En sí, en el andar por la vida, porque hasta de aquel o aquella gran compañero/a (dependiendo el caso) necesitamos, para que nos acompañe en nuestro viaje, o sea como algunos lo llaman estar casado o en unión libre, etc. Eso sí, teniendo en cuenta esto que leí alguna vez:"Entrará de nuevo en mi vida quien tenga su propia vida, quien me invite de vez en cuando a compartirla sin que quiera matar la soledad conmigo; quien entienda que al amor en libertad, también le gusta la compañía."

De manera general, hay que siempre tener la mente abierta a nuevas personas y experiencias, manteniendo nuestra esencia e ideales... Y por último saber que incluso cuando la soledad nos acompaña también deja algo nuevo en nosotros.