martes, 17 de marzo de 2015

Las botas del soldado

Las botas del soldado
las botas del guerrero
las botas de aquel que está dispuesto a cruzar el mundo entero.

Aquellas que fueron testigos fieles
de batallas interminables.
Aquellas, bañadas por la sangre del guerrero,
y por los fluidos del enemigo también.
Aquellas que se adornaron de lodo, de fango
aquellas que cargan el peso de un noble ideal.

Aquellas que dejaron una huella marcada.
así como en el soldado lo hizo su amada.
Así como en el corazón del guerrero,
la lágrima de la vida de un viejo amigo que quedó impregnada.

Son esas botas,
aquellas reliquias.
Tesoro, más valioso que una medalla.
Similar a la cicatriz en combate dejada.

Cada paso del guerrero
se confunde en el infinito...
Llegará el día en el que ya no diferencie
si camina con los vivos
o si en el Ades se encuentra.

¿O quién sabe?
Quizá asciende y llega al paraíso
tal vez al diablo una guerra le haga
para encontrarse otra vez con su musa, con su amada, con su reina , con su hada...
Con aquella mujer por la que la vida daba.

Seguro que el soldado
arma en el otro mundo una legión.
Y en contra de toda probabilidad,
en contra de de cualquier hecho de adversidad
sale glorioso, sale victorioso:
sosteniendo su arma
¡con el puño en alto!
¡y con la frente levantada!
Para llegar hacia la luz
para llegar hacia su objetivo
para estar con su ángel,
que a no morir le inspira
que a seguir vivo le motiva..
Para encontrar aquella luz que ve a lo lejos
que paso a paso se deja de opacar.