lunes, 25 de agosto de 2014

Un poema para dedicar...

Es que cuando me ENCUENTRO contigo, me PIERDO en la inmensidad.
Es que cuando me PIERDO, te pienso y me ENCUENTRO vivo...

Aunque sea solo en un sueño,
aunque sea solo en un recuerdo,
un segundo se hace eterno,
una eternidad se hace efímera,
todo se vuelve relativo,
todo se vuelve infinito.

Nuestras almas se encontraron de nuevo:
El preludio de un reencuentro en la realidad...
Esa misma realidad que se confunde con los sueños.

La energía cuan luz
pase lo que pase
se aviva siempre y nunca muere.

sábado, 23 de agosto de 2014

El día en que el Mago quería escribir... (V)

Cuenta la historia del Mago que un día quiso escribir una gran historia, quería hacer una obra magnífica y fenomenal... Quería componer uno de los textos más ingeniosos que el mundo jamás haya conocido. Se imaginaba ya, aquella gran obra compuesta por varios tomos y de la que nadie se cansaba de leer.

El Mago tenía varias ideas para componer su magistral obra:

Podría hacer un libro con los versos que resultaban producto de la inspiración que las bellas ninfas y hadas le brindaban. Incluso podría recordar esos poemas inimaginables que alguna vez escribió cuando estaba completamente enamorado y hechizado por eso que los humanos conocen como amor... 
Él tiene que recordar estos poemas porque alguna vez se le robaron los escritos unos gnomos, y otros grandiosos textos él mismo los había quemado y hecho un hechizo para no volver a saber de ellos jamás, aunque cuando se topaba con una ninfa que le inspiraba, esta tenía el hechizo para hacerlo recordar...

Podría hacer su autobiografía y narrar sus innumerables aventuras y batallas que emprendió a lo largo de su vida. Sería una buena idea, ya que el Mago ha vivido tanto, ha conocido infinitos ríos, valles, bosques encantados, praderas, precipicios, mares, montañas, volcanes... Y se ha topado con varios seres mágicos y criaturas inimaginables que hasta él mismo cuestiona el recuerdo de que haya presenciado su existencia.

O bien podría escribir una grandiosa obra en la que transmite al lector sus dilemas filosóficos más profundos. Al Mago le encanta la filosofía; incluso antes de que supiera que así se llama la "filosofía"... El filosofaba constantemente aspectos que no tienen una respuesta clara.

Era obvio que se haga preguntas filosóficas constantemente, pues ni siquiera sabe cómo apareció en ese mundo encantado con todos esos seres; además no hay el concepto del "tiempo" y le ha intrigado saber si su magia no se extinguirá jamás, o si e extingue, saber a dónde va...

También le embarga la idea de escribir un cuento con historias que de vez en cuando se le ocurre, como aquella en la que se imagina un mundo lleno de humanos que viven en un planeta; enfocándose en uno en particular que vive a diario un sinnúmero de aventuras en una ciudad con edificios, casas, y tal vez algunos árboles y animales...

O incluso el Mago pensaba hacer una recopilación de todas estas ideas... Quién sabe y resultaba...

La mente del Mago se había convertido en un campo de batalla: El hechicero era invadido por miles de ideas que atacaban con disparos inefables de creatividad, sin embargo, recordó que tenía que hacer algo demasiado importante (debe haber sido muy importante para que dejara de escribir su obra magistral que de seguro lo inmortalizaría en el mundo de las letras).

Solo queda la esperanza de que un día el Mago recoja su pluma que dejó junto al árbol en el que se puso a pensar en su magnífica obra magistral...



miércoles, 20 de agosto de 2014

De los preconceptos y más prejuicios

Una vez alguien me dijo: "Jamás tengas preconceptos acerca de una persona, incluso si te da mala vibra (o mala onda); nunca sabes lo que en verdad encierra esa persona hasta que la conoces y empiezas a tratar con ella..."

Estas palabras no las consideré tan sustanciales hasta un día en el que comprobé que están totalmente en lo cierto. Hay ocasiones en las que creamos ideas (las cuales no pueden ser verídicas) en relación a una persona que vemos por primera vez. Y a veces esas ideas se producen porque nos fijamos de manera superficial en él o ella: su manera de vestir, cómo está peinado, cómo habla, cómo camina, etc.

Entonces, a partir de esto, creemos saber cómo es la persona y si será de nuestro agrado; pero he ahí un gran error: el hecho de incluir a una persona en un molde que nosotros mismos creamos. Esto crea cierto rechazo y una actitud que a la final nos afecta únicamente a nosotros.

Lo mejor, es guardar todas esas ideas preconcebidas y lanzarnos a explorar ese mundo misterioso que encierra aquel o aquella, ese mundo que espera a ser descubierto. Cualquiera que sea la manera de ser de aquella persona, nos habrá servido a nosotros en muchos aspectos: En primer lugar no nos engañamos a nosotros mismos con ideas imaginativas, además aumentamos nuestra capacidad de tratar con los demás (aprendemos a abrir nuestra mente, a ser tolerantes)...

Hay que mencionar también que no se pierde nada tratando con aquella persona, porque está presente aquella probabilidad de que será un amigo (o amiga) más que pasará a formar parte de nuestra vida, ya que puede tener nuestros mismos ideales y compartir cosas que son de nuestro agrado... Incluso, pueda que no solo se convierta en amigo sino en algo más...

De cualquier manera, uno siempre va a aprender de cada persona con la que se topa en el camino. Si son aspectos positivos, obviamente sabremos adherirlos a nosotros; si no lo son, sabremos qué no es lo correcto...

¡Lancémonos a explorar los nuevos mundos encerrados en cada persona!


viernes, 15 de agosto de 2014

Un viejo ensayo de la Amistad...


La palabra “amistad” puede ser definida de varias maneras; por un lado se podrá escuchar que es una forma de afecto desinteresado y recíproco hacia otra persona, o también que es un tipo de relación interpersonal como resultado de un conocimiento mutuo entre las dos partes…

Así, podríamos encontrar muchas más definiciones que hacen referencia a este tema. Sin embargo, más allá de una “clara definición” en el papel, la amistad implica muchos más aspectos, es decir, una serie de valores y principios que harán dar cuenta a las personas de que esa relación que llevan es verdaderamente una amistad.

En este contexto, hay que mencionar que un verdadero amigo es aquella persona que nos aprecia y nos considera por ser como somos, por nuestras virtudes y defectos, por encontrar en nosotros esa buena onda y compartir parte de su tiempo (muy valioso) con nosotros.

Un amigo es aquel con el que siempre podemos contar, sin importar las circunstancias; un amigo es el soldado que nos acompaña  en el campo de batalla, el que nos brindará su ayuda, su asistencia incondicional; el que no abandona. Un verdadero pana tiene una inmensa lealtad, y jamás pensaría en darnos las espalda con la traición.

Un colega de verdad, nos da la confianza y seguridad para tener fe en las personas, nos da la luz para que no seamos indiferentes y tengamos los brazos siempre abiertos: con buena energía…

Asimismo nosotros debemos ser recíprocos con quien nos brinda todo lo mencionado, a un camarada no se le ve la apariencia o lo que tiene, solo basta con saber que siempre estará con nosotros.
Si una amistad es verdadera, perdura con el pasar del tiempo, y la distancia no influye jamás. En otras palabras algo tan puro como la amistad perdura siempre y se hace eco en la eternidad.

Es deber nuestro, hacer crecer la amistad con la persona o personas que consideramos como nuestros panas, amig@s, camaradas… A medida que crece el fuego de la amistad, es más difícil que este se extinga.



martes, 12 de agosto de 2014

Y si hoy fuera el final...

Un sabio gurú una vez le hizo una pregunta a su discípulo: ¿Si hoy murieras, harías lo que estás haciendo?

El discípulo se quedó pensativo para analizar aquella pregunta que, aunque abarcaba pocas palabras, encerraba un significado inmenso. Y, en la mente del discípulo surgieron un sinnúmero de respuestas y preguntas, varios dilemas por responder. ¿Saber o no saber mis designios, es bueno o malo? ¿De qué me serviría? ¿A dónde iría después de muerto?... En fin, lo que sí es seguro, es que ese día llegará...

Volviendo a la pregunta que planteó el gurú, tal vez si uno supiera que hoy es nuestro día final, de seguro sentiríamos temor por dejar este mundo terrenal y entrar a lo completamente desconocido. Sin embargo, en el último suspiro, de seguro también expiran miedos y juicios que adquirimos en vida, desecharíamos todo lo malo y recordaríamos todos nuestros buenos momentos (y los malos momentos seguro los aceptaríamos como algo que nos sirvió para crecer y ser quienes somos)...
En conclusión, el último día de nuestra existencia viviríamos con la consigna de que no tenemos nada que perder y arriesgaríamos todo.

Tal vez, arriesgarlo todo sería la fórmula adecuada para (como dicen por ahí) vivir cada día como si fuera el último, empero, hay aspectos en la vida en los que arriesgando más de la cuenta o sobrepasándonos podemos ocasionar algo desagradable tanto para nosotros como para otros.

Tal vez lo ideal sería vivir este día, este momento, este instante, sea lo que sea que hagamos: como si fuera nuestro último instante de vida, es decir no pensar: si hoy fuera mi último día, sino: si este fuera mi último instante respirando...

Por ejemplo, si alguien supiera que va a morir este día no iría a trabajar y se iría a hacer alguna tarea pendiente o algo fuera de lo común. Pero la esencia está en saber apreciar cada momento en el que tenemos que hacer una actividad (como nuestro trabajo). Sí, sería bueno, que "aquel día" hiciéramos nuestras últimas actividades con todas las ganas y positivismo posible, para dejar un legado por esos pequeños pero grandes aspectos.

Pero, en el ejemplo descrito, si fuera un trabajo de nuestro agrado, si fuera nuestra pasión, seguro querríamos morir haciendo aquello, porque si no fue así, entonces estamos desperdiciando nuestra vida en algo que no nos gusta y que consume nuestro tiempo...

El discípulo, llegó a varias conclusiones... Estas están intrínsecas en el texto y en la mente de la persona que leyó el texto...

¡Aprovechemos nuestro tiempo! Como decía un sabio: "Vivid como si cada día fuera el último y aprended como si fueseis a vivir para siempre".

jueves, 7 de agosto de 2014

La historia del herrero

Cuenta la historia de un herrero que consiguió ese oficio y se hizo un profesional del arte luego de pasar siete años con un viejo conocedor de la profesión, porque para él era una profesión aquello que se hace con pasión, es decir con amor...

El herrero a diferencia de muchos, no había estudiado para ello... Sin embargo, a base de la práctica de lo esencial, es decir, lo necesario (ya que algunas cosas que se imparten en los centros educativos no sirven demasiado) logró posicionarse como uno de los mejores de la zona...

Cuenta otra historia de un hombre que estudió para ser herrero. Empero, un día, llevado por los vientos de la vida... Fluyendo como era costumbre suya, decidió emprender la escritura de la historia de un herrero que llegó a ser el mejor de la zona... Aquella gran historia le tomó siete años construirla, e irónicamente se convirtió en el mejor escritor de la zona y olvidó lo que había estudiado....

Aquellos dos hombres en esta historia narrados jamás se enteraron de la existencia del otro. Solo saben que nacieron en una dimensión desconocida que solo el autor (y ahora el lector) conocen...

Cuenta la historia del Mago (IV), recuerdos...

Y estaba un día el Mago con aquella hada que conoció tiempo atrás, todavía tenía ese encanto, todavía tenía esa belleza que embelesaba la mente del hechicero y que inconscientemente le llevaba a un mundo que solo el hada conocía pero que con su mirada color inefable le transmitía...

Los dos habían viajado a muchos mundos, los dos ya no eran los mismos; claro, los dos piensan diferente a como lo hacían cuando se conocieron, los dos tienen una ideología renaciente, los dos... se volvían a juntar (tal vez a entablar la conversa que el Mago no pudo terminar, tal vez porque era menester que aquellos seres mágicos se volvieran a encontrar). Sea como sea, el Mago comprendió algo que le dijo una vez una ninfa (en algún tiempo que el escritor olvidó mencionar) en relación a lo que alguna vez el Mago vivió:

"Jamás te dejéis llevar, pero fluid con la corriente. Jamás preconcibáis, pero mantened la mente positiva. Jamás penséis, pero seguid tu intuición que proviene del corazón y se maquina en el cerebro... Lo que debe ser será, lo que no, no".

Entonces el sabio hechicero se sintió bien, solo disfrutaba de la energía que fluía de él mismo, solo disfrutaba el hecho de que pudiera compartir historias fascinantes junto al hada, era uno de esos momentos inefables en los que el tiempo se desvanece y los seres mágicos se envuelven de magia pura.

Lo que sí notó el Mago, es que a pesar de que los dos viajaron a diferentes mundos, siempre se mantendrá aquella esencia ineludible a la intuición tanto del Mago como del hada, sí, aquella luz que les permite confiar y seguir fluyendo en el hoy...

lunes, 4 de agosto de 2014

Viajad, viajad

Viajad, viajad
conoced nuevas personas y lugares...

Abrid los brazos a lo desconocido
porque solo así te conoceréis.
Solo así comprenderás
que no hay que hacer de esta vida un tiempo perdido.

Volad y volad, que lugares como este encontrarás...:


Cuenta la historia de un Mago (III), el recuerdo de una batalla.

Y cuenta  la historia de una de las tantas batallas del Mago. Era una de esas que tomó demasiado tiempo: exactamente siete días. Por eso al Mago tiene una obsesión peculiar con el número ocho, es esa cifra que representa la luz después de días de oscuridad, es para el Mago una de las cábalas más significativas. El ocho, que intrínseco tiene el infinito, infinito como los sueños del Mago.

En el octavo día, el Mago despertó airoso; el octavo día, el Mago descubrió que era más poderoso de lo que podía imaginar. Ese día comprendió demasiadas cosas como simple es el infinito. Ese día comprendió tanto, como para que en una eternidad durara un hechizo que le hizo a un enemigo antagónico: el dragón negro.

Esos siete días parecieron años, o tal vez fueron siglos... El Mago no sabe distinguir el tiempo, porque eso fue establecido por un hada que salió al mundo terrenal y la atraparon, y tiempo después quiso establecer en ese mundo mágico aquel concepto abstracto del tiempo... No todos se han adherido a esa ideología, aunque en cierto modo está bastante arraigada.

El Mago se dio cuenta de que ganó su batalla luego de estar al borde de la muerte; por poco y no solo muere el Mago, sino también sus esperanzas, anhelos y deseos más profundos. Casi muere la energía del Mago, aquello que los humanos llaman "alma"...

Por poco y los hechizos no le funcionan al Mago, empero al final, de lo más profundo de su ser, con energía salida de mil y una dimensiones, con el alma empapada de pasión, pudo lograr su máximo potencial y vencer a aquella criatura...

Jamás olvidará el Mago aquel suceso, jamás esa batalla... Por ello, dicen algunos que le han visto al Mago pasar, que lleva un collar colgado para representar ese símbolo del infinito, ese número al que tanto significado le dio...



sábado, 2 de agosto de 2014

Cuenta la historia del Mago, encuentro con la Ninfa (II)

Comentaba un día aquel mago: "Cuestiono mi sabiduría, no sé si lo que sé hasta ahora, es algo útil; no sé si lo que he acumulado hasta este día, será provechoso y me ayudará a descubrir la Verdad (eso que siempre se pregunta el Mago desde lo más profundo de su ser...)."

Aquel Mago era conocedor de varios hechizos que cualquier criatura temería, tenía juicios y conceptos útiles que le habían ayudado a enfrentarse con monstruos horribles... Empero, la duda acechaba hace no mucho tiempo al Mago: ¿Llegará un día en el que haya algo que no pueda enfrentar? ¿Habrá criatura que eluda todos los hechizos conocidos?

Varias eran las dudas que acechaban al hechicero, al tiempo que le habló una bella flor, esta le dijo que conocía qué era lo último que debía enfrentar... El Mago intrigado, se acercó y le puso más atención a la flor, esta le mencionó que le diría toda la Verdad, si la convertía en ninfa, para así poder trasladarse de un lugar a otro e indicarle hacia dónde debe ir.

El Mago accedió y aquella hermosa ninfa, le llevó hacia un valle que casi no recordaba el hechicero, en efecto, irónicamente fue el primero que exploró y que olvidó poco tiempo después porque no había encontrado nada trascendental. La ninfa, le llevó hasta un viejo árbol, este era alto sobremanera y tenía frutos que solo las ninfas podían comerlos.

La bella ninfa comió un fruto y pronto su cuerpo se iluminó y se llenó de magia infinita, de aquella que el mago no había visto jamás... Luego empezó a hablarle en la lengua que solo conocían los hechiceros más audaces y valientes...

- "No acumuláis cada día, sino que desecháis; todo lo que has hecho (haya sido bueno o malo) siempre fue provechoso, sino, no sabríais ese sinnúmero de hechizos y juicios que te ayudan a enfrentarte a monstruos..."
"La Verdad, no se describe con palabras, solo sabes que nace en tu interior... A partir de ti se revela todo lo demás... A parir de ti, nace tu mundo... Es en lo más profundo de ti que encontrarás aquello que más anhelas, solo necesitas dejar de lado preconceptos y pensamientos que te inducen al mundo del miedo y la duda. Déjate llevar por tu corazón, deja que él te guíe porque es más sabio que cualquiera en este bosque mágico. Utiliza tu "sabiduría mental" para combinarla y hacer un solo fuerte con la sabiduría inefable e infinita del corazón... Así, no habrá espacio para dudas y miedos."

"Vacíate y empápate con lo que se te ha revelado, se, únicamente se." Eso le dijo la Ninfa...

viernes, 1 de agosto de 2014

El cambio no cambia

Alguna vez oí decir a un viejo "sabio" que "los tiempos cambian"... Creo que después de tanto llegué a concluir que lo único que no cambia es el cambio, y en verdad, no solo pueden cambiar las circunstancias, los tiempos, sino también las personas. Esos cambios podrán ser superficiales como espirituales. En fin, quiero hacer mención a los cambios del interior de una persona.

En este mundo (que es un sueño), en este sueño (que es el mundo) nos encontraremos todo tipo de personas... Buenas, malas, inteligentes, torpes, sabias, ignorantes, interesantes, "neutras", prendidas... 
Estos, solo son adjetivos, porque no habría una palabra para describir sobremanera a una persona, ya que cada uno es un mundo diferente y guarda mil y una cosas para descubrir.Creo que se daría una definición casi exacta de alguien si uno se envuelve más con aquella persona. Hay que recalcar que en la mayoría de los casos un individuo se mantendrá en un determinado punto o estado de ideales y principios que considera correctos (aunque no lo sean). En otras palabras, las personas no abren su mente hacia nuevas ideologías o formas de ver la vida que les permiten crecer y mejorar como personas, porque incluso aquellas ideologías que se consideran correctas son cambiantes.

Es algo complicado pero no imposible que alguien cambie su forma de pensar y de ver el mundo que le rodea. En este proceso de cambio influyen muchos factores, pero aquello constante es el deseo por resurgir, por renacer y hacer algo que valga la pena en su vida; hacer algo que signifique verdaderamente un cambio no solo para él (o ella) sino para todo el mundo (aunque no se note sobremanera). Creo que esa voluntad, esa pasión, proviene de comprender que las ideologías y principios de uno no son los únicos y siempre hay algo más por descubrir...

En conclusión, en el transcurso del tiempo una persona jamás dejará de crecer, y sabrá darse cuenta de todos sus errores y la manera de enmendarlos. También sabrá reconocer sus virtudes y la forma de hacerlas florecer.

Sea como sea, seamos flexibles y mantengamos nuestra mente abierta.

Cuenta la historia del mago ( I )

Cuenta la historia de un mago que vivía en medio de ninfas, hadas, gnomos y más seres fantásticos, conocedores de dimensiones desconocidas y mundos inimaginables, a los que alguna vez alguien conoció cuando viajó a través de los sueños y el insomnio (sí, en ese estado entre la conciencia y la no conciencia).
Aquel mago no sabía de su pasado, no conocía el porqué de su estancia en ese bosque encantado, donde confluían un sinnúmero de energías, fuerzas desconocidas y misterios... El hábitat del mago era un tiempo congelado en el espacio. Cuenta el mago que tampoco tiene conciencia de lo que pasó, porque solo sabe que un día apareció en ese mundo y comprendió después la magnitud de sus poderes. Nadie le dice nada, porque algunos le temen y otros lo odian sin razón. El mago solo sabe que algo en su interior le dice que debe seguir buscando nuevos hechizos, nuevas formas de magia, que algún día le ayudarán a comprender ese porqué que está clavado como espina en su pecho (cubierto por su largo traje por cierto). 

El mago ha cruzado por inmensos valles y senderos desconocidos, ha conocido a muchas criaturas bellas y misteriosas, ha luchado contra monstruos inimaginables y después de tanto ha comprendido que nunca hay que dejar de aprender para poderse defender y poder sobrevivir en ese mundo extraño y adimensionado.

Esto es solo un poco del mundo del mago, de aquel sabio, de aquel novato, de aquel joven, de aquel viejo, de aquel que difícilmente se podrá darle un adjetivo para describirlo en su totalidad... He aquí una muestra de ese mundo bohemio y fascinante de un hechicero que guarda miles de historias, poemas y recuerdos que alguna vez se perdieron en el mundo terrenal...