jueves, 12 de mayo de 2016

EL DÍA DE OI!

Entonces, era una tarde, un día
de aquellos utópicos, locos, apoteósicos
un día de esos perfectos, de melodía, sincronización.
Era un día como ninguno.
Un día como el "Que estabas esperando"
Similar al momento que se convierte en infinito cuando observás la pintura que tiende a perfección, que está guapa, bonita, como los ojos de la chica que embriaga tu pensamiento, corazón, sol.
Todo empezaba con Nietzsche;
aforismos, dilemas y más cuestiones de etcétera,
con dudas existenciales, éticas, morales.
Se cruzaba con Descartes y el Cogito Ergo Sum,
[que por cierto me recuerda una frase que decía:
Veritas Liberabit Vos,
que también me recuerda viejas canciones de esas que cantás cuando estás solo, cuando vas por el camino meditabundo, divagando, cavilando... Y danzando con la melodía de las cuerdas que cantan tu vos]
Era el día en que se habla de Schopenhauer y Wagner.
Días en los que se habla de sistemas,
no como aquellos químicos, entrópicos, termodinámicos;
sino como aquellos sistemas filosóficos de ideologías y pensamientos.
Era como recordar el no camino como camino, la no limitación como limitación, la forma sin forma.
Como hablar de paradojas y algunas contradicciones que tiene la lógica.
Como acordarse del conjunto de los conjuntos que al menos tienen dos elementos [y se absorben ¿?];
o empezar a cuestionar por qué la "frase que decía que era falsa, era verdadera"...
Eso y otras cuestiones del lenguaje.
Era como el día en que un tipo en 'constante movimiento'
yendo a una plaza de perros decía:
"Cada uno es para sí mismo el más lejano".
Era de los días en los que se aparece un pedacito de cielo,
similar al momento en el que en una charca o un lago azul se refleja un mar de nubes color algodón de formas infinitas como las estrellas de la vía láctea por donde pasaron el otro día unas fugaces /stars/.
Como cuando te acuerdas que no todos los días es al 100
que hay días que solo es al 60 u 80;
porque tenés familia,
porque tenés panas,
y muchos viajes que hacer.
Como cuando te acordás de la conversa del bus
en la que respondiste con tu pana el porqué de la existencia
y por qué no sonaba 'descabellado' revolucionar al mundo;
a los demás: ayudando, dando algo de vos.
Como el día en que conversás con Jeff [Pérez]
y te recuerda a vos que todo lo dicho tiene sentido,
que vos podés dejar huella,
que más allá de cualquier cuestión [metafísica, económica, política, existencial] vos sos un ser humano [que por cierto Attaque 77 lo recuerda con la canción Tres Pájaros Negros].
Era como el día en que Jeff define la paz en:
el momento de tu graduación
o cuando cruzás la meta en unos Juegos Olímpicos
[y después de tanto y de todo vos sos el primero en ver el estadio lleno de gente, y el que siente el silencio en el túnel, preludio de un grito analogía de eco al inifinito de un estadio lleno con gente de todo el mundo mundial]
teniendo en cuenta el camino que tomó para llegar a ese día:
utópico, apoteósico, bonito, flipante, que estabas esperando.
Al final un café y un pana escuchando palabras de otro que narra historias de alguien que se hace llamar un Escritor con Mente Revolucionaria

viernes, 6 de mayo de 2016

Flores de Caminos llenos de Preludios

Ha pasado tanto tiempo y todavía te siento aquí,
lo compararía como a una cadena de sucesos eternos que duraron como la vida de mil soles en el espacio infinito etéreo que está a millones de años luz desde el punto de referencia cardinal (representado por ordinales) donde te encuentras vos.

Ha pasado tanto, 
que no me acuerdo qué te dije la última vez que estuvimos juntos.
La carta, tan bonita, tan papel sublime adornado por algunas letras mías ¿dónde estará?
¿la tenés todavía?

Ha pasado tanto, 
que sigo mirando de vez en cuando una foto en la que aparecemos vos y yo,
¡Vaya! ¡Qué sonrisas tan /stunning/! Tan pintorescas como el reflejo de unas nubes distribuidas cuan pintura colorida difuminada sobre el lago papel. 

Miro de vez en cuando tu foto del hoy, miro una mía ¡¿habremos cambiado tanto?!
¿La sonrisa que tenés en nuestra foto es la misma que mostrás allá en tu mundo?
¿La sonrisa que tengo yo? ¿Es la misma?
No le creo, 
porque
bonita
mujer 
con vos estábamos en una admiensión que contradecía cualquier principio realista de la realidad, 
contradecía cualquier física cuántica mecánica, matemática, racional; 
o cualquier historia, sicología; o el mundo a los lados.
Qué más daba, con vos nos convertimos en un pequeño mAcrocosmos, más nada importaba. 


El día utópico, 
alegre 
de reencuentro,
vendrá.